Ojalá pudiera dejar aquí mis más sinceros sentimientos y encerrarlos en este mismo lugar, privándoles la libertad de rondar por mi cabeza, minuto a minuto, y que ni siquiera los lectores de este breve texto asimilaran tanto dolor como yo he sentido, así cayendo en el olvido y sin la posibilidad de tener dueño, un dueño preso de este eterno sufrimiento al que estoy encadenado.
Te fuiste sin avisar y con ello, sembraste dolor. Tu sonrisa ya no estará dibujada en tu rostro nunca más y ahora mismo es lo que más necesito. No soy merecedor de una sonrisa tuya, ni siquiera de tan solo una palabra...pero daría lo que fuera por una última sonrisa, la última.
Porque soñar es gratis...te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario